De cómo empeoran a nivel mundial las condiciones de vida de los trabajadores del sector postal

La realidad va demostrando que mientras los trabajadores no demos un paso al frente (unidos, claro) no existirán límites a la degradación y empeoramiento de nuestras condiciones de trabajo, y por tanto de vida.

A todo se acostumbra el ser humano, hasta lo inimaginable. Una vez convertido algo en costumbre, lo normalizamos y olvidamos lo que antes era costumbre. Para bien o para mal.

Los trabajadores de Correos en las últimas décadas han ido aceptando y asumiendo (tragando, para que nos entendamos) condiciones que en otras épocas se hubiera creído inaceptables.

El empleo eventual, contratos de días sueltos, sobrecarga de trabajo hasta provocar niveles de estrés insoportables, carteros que llevan dos barrios, subcontratación (como los ruteros que antes eran personal de Correos), vender cupones y loterías,...

A nivel mundial se repiten los mismos fenómenos. Básicamente el problema es menos personal y presión inhumana a las plantillas para que saquen más y más trabajo en el mismo tiempo.

Por ejemplo, en la empresa de Correos de Francia, La Poste, también privatizada, se han suprimido 80.000 puestos de trabajo en 10 años . El desgaste físico provocado por esa  brutal reducción de personal ha supuesto un aumento del 30% de la mortalidad de esos trabajadores, y que la tasa de mortalidad sea un 40% superior comparado con otras empresas como Carrefour, Air France u Orange. Y comparado incluso con los años más negros en France Telecom (cuando Orange era del Estado francés), en la Poste hay un 52% más de mortalidad. Y eso que en France Telecom hubo una ola de suicidios por la presión que ejercía la empresa sobre los trabajadores).

en la empresa de Correos de Francia, La Poste, también privatizada, se han suprimido 80.000 puestos de trabajo en 10 años

A los carteros se les impone más tareas en el mismo horario de trabajo (6h30), siguiendo el cálculo de un ordenador. Tareas imposibles de realizar en ese horario que lleva a muchos carteros a echar hasta 12h al día, aunque las horas extras no se pagan. 

De media sólo 1 de cada 3 trabajadores temporales termina su contrato. La situación puede llegar a ser tan insoportable física y psicológicamente que una joven cartera de Monistrol-sur-Loire se suicidó ahorcándose en su casa después de asignársele una sección de las complicadas, en la que antes 5 trabajadores temporales no habían llegado a terminar el contrato..

Tareas imposibles de realizar en ese horario que lleva a muchos carteros a echar hasta 12h al día

La tendencia de los operadores postales estatales es además dar un servicio cada vez de peor calidad para la mayor parte de la población (la que no puede pagar un servicio "especial" o exclusivo). En Canadá, por ejemplo, están suprimiendo el servicio a los domicilios, sustituyendo los buzones particulares por "buzones comunitarios" que serán instalados junto a los ayuntamientos donde habrá que desplazarse para recoger la correspondencia.

Los grandes líderes mundiales de mensajería como el americano UPS o el francés Adrexo hacen beneficios millonarios a base de quitarles medios de trabajo a los repartidores  y obligarles a usar los suyos propios, como los vehículos. Además son pagados por paquete entregado (si no se entrega aunque el destinatario esté ausente, tampoco se paga). Lo cual provoca que el paquete se entregue al vecino, o al vecino del vecino... El servicio obviamente se deteriora al mismo tiempo que las condiciones de trabajo de los repartidores.

Los trabajadores de cualquier empresa hemos de ver el bosque y no el árbol que tenemos delante., porque le echaremos la culpa al que menos la tiene.
El bosque es el sistema económico en el que vivimos que nos lleva a la esclavitud o tarde o temprano al paro, por la propia evolución de la economía de mercado basada en la competitividad eterna y donde los beneficios de los empresarios y los accionistas están por encima de cualquier interés y derecho colectivo.

La realidad que nadie puede refutar es que hoy precisamente deberíamos trabajar menos y vivir mejor que nunca pues en todos los sectores de la economía la tecnología y la maquinaria ha aumentado cientos de veces la capacidad de producir, con lo que con menos personal se produce mucho más que antes. La cuestión es que bajo la economía de mercado, donde las empresas tienen amo y dueño, las tecnologías y maquinarias sirven para echar a gente al paro y para exprimir y robar todo lo que se pueda a las plantillas reducidas al mínimo. Mientras que si las empresas pertenecen a toda la sociedad (Socialismo) podremos distribuir el empleo y los riquezas en beneficio de toda la población.

si las empresas pertenecen a toda la sociedad (Socialismo) podremos distribuir el empleo y los riquezas en beneficio de toda la población

Es ahí donde tenemos que mirar los trabajadores y no quedarnos en las luchas perdidas de antemano, por ser menos esclavos que el de al lado, por recuperar alguna migaja que nos volverán a quitar mientras haya explotadores que sean dueños de nuestro trabajo.

La lucha debe ser por el pan de hoy pero sobre todo por el pan de mañana, por nuestro futuro y el de nuestros hijos. Y esa lucha sólo puede hacerse uniéndonos dentro y fuera de cada empresa hasta tener el control de lo que producimos colectivamente. Esa unión hemos de extenderla a nivel mundial pues como vemos la lucha entre explotadores y explotados también lo es. Por eso la Coordinadora Sindical de Clase está dentro de la Federación Sindical Mundial (FSM).

POR EL AUMENTO DE LAS PLANTILLAS

POR UN SERVICIO POSTAL UNIVERSAL DE VERDAD

POR EL FIN DE LA EVENTUALIDAD Y LA PRECARIEDAD

POR EMPLEOS ESTABLES Y DIGNOS PARA TODOS

POR UNA SOCIEDAD SIN EXPLOTACIÓN

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Fuente: https://www.marxiste.org/actualite-francaise/societe/196-comment-la-poste-exploite-les-facteurs

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CCOO: el sindicalismo al servicio del Estado fascista español

En la vida podrían imaginarse los  militantes de base más honestos de las Comisiones Obreras de los años setenta el punto de degeneración y putrefacción al que podrían llegar esas CCOO varias décadas después.

Las CCOO de hoy sacan pecho de una sentencia de la Audencia Nacional, heredera del Tribunal de Orden Público franquista, que encarcela a políticos independentistas, raperos o artistas, prohíbe partidos políticos, reprime el derecho de autodeterminación de los pueblos vasco y catalán y perdona a los políticos más corruptos.

Las CCOO de hoy, al más puro estilo mafioso y marrullero, como es ya costumbre, declaró en el juicio a favor de la empresa Correos a raíz de una denuncia de la CGT impugnando la nueva bolsa de empleo basura que la empresa está creando para los trabajadores eventuales. 

Esa nueva bolsa de eventuales impuesta por Correos con el apoyo de sus sindicatos acólitos y lacayos (los firmantes del convenio vigente) dejará fuera a miles de compañeros eventuales con años de antigüedad, y exigirá tener una salud de hierro para poder soportar el cada vez más inhumano ritmo de trabajo que ya provoca enfermedades mentales e incluso coronarias a no pocos trabajadores postales.

La solución para TODOS los eventuales de Correos y que ya superaron el periodo de prueba en su momento es la conversión automática a puestos fijos.

CCOO de Correos, con una enquina y sentimiento de revancha propio de los sicarios que en otros tiempos mataban a los obreros más conscientes y combativos, hace suyas las palabras de una institución fascista como es la Audiencia Nacional pidiéndole a la CGT que deje de "enredar" y hacer "sindicalismo clientelar". Paradójico que esto venga de un sindicato que se financia a base de firmar EREs y con las subvenciones de un Estado al servicio de la banca y la patronal. Por no hablar de su clientelismo con los cursos puntuables para las convocatorias de empleos fijos, que obligan a afiliarse con la nariz tapada a muchos trabajadores eventuales desesperados por conseguir algún día un puesto de trabajo estable.

Desde la Coordinadora Sindical de Clase para empezar estamos contra la existencia de cualquier bolsa de empleo que suponga repartir miseria. La solución para TODOS los eventuales de Correos y que ya superaron el periodo de prueba en su momento es la conversión automática a puestos fijos que además permita una mejora radical del servicio postal al pueblo (un verdadero Servicio Postal Univsersal).

Pero eso no implicará jamás que vayamos a apoyar ninguna sentencia que sea favorable a la empresa, viniendo de las instituciones fascistas españolas, porque eso implicará que sea contraria a los intereses de los trabajadores. 

Llamamos a los trabajadores de Correos afiliados a estos sindicatos podridos y traidores, incluso a aquellos delegados o sindicalistas de estas organizaciones que todavía tengan una pizca de dignidad, que abandonen esos sindicatos para quitarle el poder y la representatividad que les permite negociar con la empresa y justificar sus traiciones.

Hacemos un llamamiento a fortalecer el sindicalismo de clase que permita a los trabajadores tomar el control de sus decisiones en base a nuestro interés colectivo como trabajadores, que nos lleve a poner freno al proceso de esclavización y desempleo al que nos llevan las empresas de todos los sectores, buscando para ello la unidad de toda la clase obrera.

POR LA DESAPARICIÓN DEL SINDICALISMO VENDIDO Y AMARILLO

POR EL SINDICALISMO DE CLASE

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El estrés laboral: causas, consecuencias y solución

   Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo entre las causas del estrés laboral más comunes se encuentran las cargas de trabajo excesivas, la falta de participación en las decisiones que le afectan y el acoso psicológico.

   Según dicha agencia "Los trabajadores sienten estrés cuando las exigencias de su trabajo son mayores que su capacidad para hacerles frente".
   Este es sin duda el pan de cada día de la clase obrera en España. Las plantillas reducidas al máximo asumen un volumen de trabajo muy superior al de su capacidad en condiciones normales.
   Las consecuencias de esta presión ejercida sobre los trabajadores son problemas de salud mental, y otros problemas graves de salud como enfermedades cardiovasculares o problemas musculoesqueléticos.
   De hecho según un estudio realizado entre 24.000 individuos de 52 países concluyó que el estrés laboral multiplica por 2,5 el riesgo de angina de pecho. No es una exageración por tanto decir que los empresarios están matando a muchos trabajadores.
   Podemos deducir, por tanto, que las causas del estrés laboral no están en el individuo, sino en el régimen de producción y por tanto en el régimen económico, ya que es esto y no otra cosa lo que determina cómo se distribuye el trabajo entre los miembros de una sociedad.
   Ni los psicólogos ni los médicos convencionales que no se plantean transformar la sociedad desde sus cimientos que se levantan sobre el régimen económico, en este caso el capitalismo, no podrán nunca resolver los problemas mentales ni cardiovasculares, porque no van nunca a la raíz y tratan estos problemas de manera individual.
   Porque otra de las causas de estos problemas mentales vienen de la individualización y por tanto de la debilidad del trabajador frente al que le somete a esta presión, que es el empresario bien directamente o a través de sus eslabones intermedios.
   Por tanto la solución solo puede venir de una respuesta colectiva y unitaria frente a esa presión, el reforzar la solidaridad entre los trabajadores frente a la competitividad que imponen las empresas, que suelen culpar del exceso de trabajo a otros compañeros que no siguen el mismo ritmo o incluso se culpa del exceso de trabajo a aquellos que están de baja, muchas veces precisamente por problemas de salud derivados de ese estrés laboral.
  Esa solidaridad, esa unidad necesaria para combatir nuestros problemas "personales" que en realidad son los de la mayoría de los trabajadores, es la que transmite y promueve un sindicato de clase como la Coordinadora Sindical de Clase, frente al sindicalismo del "qué hay de lo mío", que actúa como una simple gestoría laboral intentando resolver los problemas individualmente y dejando por tanto vendidos ante el patrón a los trabajadores, pues el patrón en el uno a uno es superior y tiene las de ganar.
   Y finalmente, la solución definitiva a todos estos problemas vendrá del control, la dirección y gestión de la producción en manos de los trabajadores decidiendo qué, cómo y en qué condiciones se produce, para el beneficio de toda la población y no de una panda de explotadores y parásitos.

FRENTE AL ESTRÉS LABORAL NO HAY SOLUCIONES INDIVIDUALES

LA SOLUCIÓN ES LA UNIDAD Y LA SOLIDARIDAD

Y EL FIN DE LA EXPLOTACIÓN DEL HOMBRE POR EL HOMBRE

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Bases generales de la Consolidación de Empleo 2016: represivas, injustas y discriminatorias

    Correos acaba de publicar las bases generales de la nueva convocatoria para el ingreso de personal fijo correspondiente a 2016 (dos años de retraso ya) para el personal operativo (grupo profesional IV), es decir, para el personal de reparto, clasificación y atención al cliente. 

    Para empezar no se tiene en cuenta toda la antigüedad de haber trabajado en Correos. Los sindicatos lacayos aplauden el hecho de haber ampliado esa antigüedad de la misma manera que aplauden un ERE de 200 trabajadores porque la empresa de turno había propuesto 250. 

    ¿No será esta una manera de quitar de la circulación a trabajadores con más experiencia y quizás con mayor conocimiento del deterioro de las condiciones de trabajo o de sus derechos?

En cuanto a los requisitos encontramos, entre otros, unas "cláusulas" criminales y reaccionarias, tampoco cuestionadas por los sindicatos lacayos y vendidos de Correos (CCOO, UGT, Sindicato Libre, CSIF):

- "No haber sido separado del servicio, inhabilitado o despedido disciplinariamente, por hechos acaecidos en el ámbito de las sociedades del Grupo Correos."
- "No haber tenido un contrato de trabajo extinguido con Correos por la no superación del período de prueba en el desempeño del puesto solicitado en el proceso" y
- "No haber sido evaluado negativamente por el desempeño del puesto de trabajo en Correos solicitado en el proceso."

    En una empresa que somete y abusa de los trabajadores, estas cláusulas dan validez al juicio del que oprime y pone por defecto en el banquillo de los acusados a los trabajadores. La simple decisión de un jefe de poner una mancha en el historial del trabajador eventual (ya de por sí castigado por su situación de precariedad) puede quitarle derecho de optar por un puesto "fijo" de empleo. Lo cual supone tirar por la borda todos los años de trabajo y sacrificio, después de sufrir la incertidumbre y la imposibilidad planificar su vida (como la posibilidad de tener hijos o no) por culpa de la eventualidad.

    Esto provoca miedo y terror de los trabajadores eventuales a quejarse lo más mínimo, a no cumplir las expectativas de los jefes de turno, porque esto podría suponerles abandonar toda esperanza de conseguir un empleo "fijo" en Correos.

    Por otro lado tenemos que el peso de los cursos de formación, de hasta 8 puntos, no son accesibles a todos los trabajadores eventuales, pues han de estar con un contrato en vigor en el momento de la inscripción. La discriminación de la discriminación.

    Pero en general, y ahí es donde queríamos llegar, todas las "oposiciones" y cualquier convocatoria de ingreso de personal fijo donde la empresa no garantice todos los medios necesarios y por igual a TODOS los candidatos para superar dichas pruebas son injustas y discriminatorias. 

   Pues pone en manos de las academias privadas (del lucro privado) y de los sindicatos vendidos de Correos la posibilidad de prepararse en mejores condiciones, previo desembolso de una gran cantidad de dinero, precisamente a un colectivo de trabajadores que sólo cobra un sueldo algunos meses al año. Los compañeros que han aprobado la anterior convocatoria han desembolsado una media de 100 euros al mes durante un año, sin lo cual afirman, es casi imposible conseguir una plaza. Ya que no basta con aprobar, sino que hay que sacar muchos más puntos que los demás.
   Por no hablar de obligar a muchos compañeros eventuales a "pasar por el aro" de afiliarse a los sindicatos vendeobreros lo cual les da más fuerza todavía y mayor posibilidad de volver a vendernos en las mesas de negociación. Lo dicen los propios sindicatos vendidos como CCOO: "Ser o no ser de CCOO, es la diferencia. Estar afiliado te da valor". Esto no es una muestra más del tipo de sindicato mercachifle en que se ha convertido.

    Y por último, ni de lejos estas convocatorias cubren las necesidades de empleo para un servicio postal de calidad, teniendo en cuenta además el aumento de la correspondencia al haber absorvido YA el volumen de envíos de los que se hacía cargo hasta ahora Unipost. Ni tampoco acaba con la temporalidad de TODOS los trabajadores eventuales de Correos. Detrás de cada trabajador eventual hay una familia y unos hijos con futuro incierto y sin una vida resuelta.

    De lo cual se deduce que desde la Coordinadora Sindical de Clase (CSC) estamos contra toda bolsa de "empleo" que son bolsas de repartir miseria.

   Para un sindicato de clase como la CSC, no peleamos por cuotas ni porcentajes, sino por lo justo, que significa resolver los problemas de TODOS los trabajadores, y no los de unos pocos, porque ahí empieza la división que tanto daño nos hace.

POR UN EMPLEO FIJO PARA TODOS LOS TRABAJADORES DE CORREOS

POR LA DESAPARICIÓN TOTAL DEL EMPLEO EVENTUAL

TODOS TENEMOS DERECHO A UNA VIDA SEGURA SIN INCERTIDUMBRES

SÓLO EL SINDICALISMO DE CLASE LUCHA POR ELLO

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40 años de reformas laborales anti-obreras

Echando un vistazo a la retahíla de reformas laborales aplicadas por los gobiernos títeres del capital (PP-PSOE) se demuestra que el mantra según el cual "flexibilizar" el mercado laboral, es decir, hacer más fácil y barato el despido, animaría a los empresarios a contratar, es una de las farsas más insostenibles que ha inventado este régimen de explotación del hombre por el hombre.

En la economía de mercado donde todos los empresarios compiten entre sí por bajar los costes para vender más barato sin tocar, por supuesto, su sacrosanto beneficio privado, o producir más con menos trabajadores, hacer más fácil el despido supondrá precisamente más despidos (para remplazar mano de obra por maquinaria) o como mínimo mayor presión sobre los trabajadores para que se plieguen al látigo del patrón que les pedirá producir más mercancías o servicios en menos tiempo bajo la amenaza del despido ipso-facto. Ya que es de ahí de donde robará más plusvalías al trabajo del obrero, de donde el empresario sacará pues mayores ganancias: produciendo más en el mismo tiempo o alargando la jornada.

Los resultados los vemos hoy: salarios de miseria, aumento exponencial de la eventualidad, sometimiento y pánico de los trabajadores a perder el trabajo y por tanto renuncia a exigir sus derechos, aumento por ello de las enfermedades cardiovasculares y mentales (estrés, ansiedad,...),.... Así que de crear empleo, nada de nada. Todo lo contrario.

Aquí tenemos un resumen de los principales efectos que tuvieron para los trabajadores los distintos acuerdos y reformas que convirtieron el Estatuto de los Trabajadores en el código legal de la barra libre para los empresarios:

1980 (Acuerdo Marco Interconfederal): moderación salarial

1981 (Acuerdo Nacional de Empleo): moderación salarial

1983 (Acuerdo Interconfederal): moderación salarial 

1984 (Acuerdo Económico y Social): contratación temporal
1988 (Plan Empleo Juvenil): abaratamiento del despido y contratación temporal para jóvenes. Retirado ante la huelga general convocada en protesta.
1992 (Decreto-ley de reforma del mercado laboral): recorte de ayudas por desempleo y aumento de seis meses a un año el periodo mínimo de cotización para cobrarlas.
1994 (Reforma laboral): flexibilización de contratación y negociación colectiva. Nuevo contrato de aprendizaje llamado "contrato basura".
1966: sustitución del Plan de Empleo Rural por el Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agrarios.
1997 (Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva): abaratamiento del despido improcedente a 33 días por año trabajado.
2001 (Reforma laboral): amplía los "contratos basura" y establece indemnización de despido para contratos temporales a 8 días.
2002 (Decreto-ley de reforma del Sistema de Protección por Desempleo o "decretazo")
2006 (Reforma laboral): rebaja cotizaciones sociales de los empresarios.
2010 (Reforma laboral): facilita el despido objetivo (indemnización a 20 días), mayor flexibilidad de las condiciones de trabajo, generalización del indemnización por despido de 33 días (contrato de fomento del empleo estable), mayor preferencia a los convenios de empresa.

2010 (Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva entre patronal y CCOO-UGT): moderación salarial.
2011 (Reforma de negociación colectiva): mayor protagonismo al convenio de empresa, acorta vigencia de convenios colectivos.
2012: patronal y sindicatos proponen supresión de algunos festivos.
2012 (II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva entre patronal y CCOO-UGT): moderación salarial, por debajo de la inflación (0,5% en 2012, 0,6% en 2013-14).
2012 (Decreto_ley de reforma laboral): facilita y abarata el despido (EREs más fáciles y rápidos, 33 días por año trabajado), mayor flexibilidad de las condiciones de trabajo, más descuentos fiscales y bonificaciones a los empresarios por contratar, se limita la ultra-actividad de los convenios, fomento de contratos de formación y aprendizaje (contratos basura), posibilidad de descontar del sueldo la prestación por desempleo, posibilidad de "realizar servicios de interés general" si se cobra el paro, las Empresas de Trabajo Temporal colaborarán con el Servicio Público de Empleo.

Como vemos, desde los gobiernos, parlamentos y sindicatos lacayos del régimen sólo nos han llovido palos en forma de reformas y acuerdos sin contar siquiera con nuestra opinión. Nosotros los trabajadores que soportamos sobre nuestra espalda, con nuestro trabajo, sangre y sudor, todas esas instituciones, vividores y parásitos. Nosotros que creamos todas las riquezas materiales y espirituales que inundan los mercados del mundo entero, que alimentamos los supermercados, las tiendas y los centros comerciales que rebosan más que nunca de abundancia. Nosotros que ponemos en marcha cada engranaje que levanta la sociedad cada día. Nosotros los trabajadores no pintamos nada para esas instituciones.

Por eso es hora de plantearse un cambio radical, de organizar y unir a toda la clase obrera en un puño con la idea de tomar el control de las empresas, el control de la producción. Con el objetivo de imponer de una vez por toda nuestras condiciones de trabajo y de vida, de disfrutar de la abundancia que emana de nuestro esfuerzo físico y mental. Imponiendo las leyes que nos interesen. Imponiendo porque la liberación de los esclavos sólo se consigue sin pedir permiso a sus amos.

Para eso necesitamos el sindicalismo de clase, y la Coordinadora Sindical de Clase es el instrumento que ha sido creado para tal fin. Para poner a los trabajadores en el sitio que corresponde. En la cima de la sociedad.

Basta de reformas y acuerdos anti-obreros

Por la Unidad de la Clase Obrera para conquistar lo que es nuestro

Por la gestión y control obrero de las empresas

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Alegato contra las bolsas de eventuales

Los trabajadores acaban asumiendo como propias y dogmas las opciones y reivindicaciones que se les presentan desde la empresa o desde los sindicatos que están presentes en la misma.

En Correos tenemos el ejemplo claro de las bolsas de eventuales, que suponen un reparto de miseria inaceptable por mantener en la incertidumbre a miles de familias (con hijos detrás) sin saber cuándo trabajarán ni por cuanto tiempo. Ningún sindicato presente en Correos cuestiona estas bolsas, como mucho piden que sean "justas" y "transparentes".

Ejemplo de lucha que acepta las bolsas de eventuales

Para empezar, que sean justas y transparentes lo decidirá la misma empresa que somete a tal presión a los trabajadores que hasta los funcionarios (que supuestamente son los que mejores condiciones y beneficios tienen) huyen en masa a las administraciones públicas.

Pero lo más importante es cuestionar el concepto de eventualidad en un sistema donde las empresas tienen dueño y el objetivo último es el enrequecimiento y lucro de este. Dadle a una empresa bajo el régimen de Sociedad Anónima (como lo es Correos) la mínima oportunidad para ahorrar personal y costes y la empleará hasta el fondo.

Aunque la ley supuestamente establece que la eventualidad es un recurso excepcional en determinadas circunstancias (p.e. de la producción), las empresas lo aprovechan para eliminar puestos estructurales y tener el mínimo de plantilla posible (con lo que supone eso de presión y emperioamiento de la salud de los trabajadores) y uso de trabajadores eventuales con menos derechos (p.e. no pueden presentarse a elecciones sindicales) que no podrán quejarse ante el mayor abuso.
Además de la división que supone entre los trabajadores que haya funcionarios, fijos y eventuales.

Una familia trabajadora tiene que tener garantizado el trabajo de por vida, si queremos proteger especialmente a los hijos y a aquellos que dependen de las rentas del trabajo. Es la única manera real de acabar con la pobrera y la necesidad de depender de subsidios y demás migajas.

Esto va unido a un mejor servicio público (postal, sanitario, educativo, transportes, culturales...), pues una plantilla fija suficientemente holgada permite acumular una experiencia que permitirá mejorar día a día el servicio en cuestión. 

Suficientemente holgada para poder hacer frente a cualquier circunstancia que surja, pues es natural y ley de vida que los trabajadores  enfermen, tengan que atender a sus hijos y familiares dependientes en determinadas circunstancias,... sin necesidad de recurrir a la eventualidad.

Muchos compañeros se preguntan...¿pero cómo vamos a tener personal de sobra sin hacer nada? Pero la realidad es que siempre hay trabajo por hacer, especialmente, para mejorar la calidad del servicio. Para un servicio de calidad es necesaria una formación continua de calidad, para eso hace falta tiempo y personal. Formación de verdad y de calidad garantizada por la empresa y no convertida en negocio a través de sus sindicatos lacayos y las academias de formación que se sacan buenos cuartos a costa de nuestra desesperación por aprobar unas oposiciones. Las cuales, por cierto, tampoco tienen nada de equitativas, justas ni transparentes.

La realidad es que el servicio no se puede prestar con calidad por falta de tiempo, cada vez corremos más, cada vez tenemos más estrés, cada vez el trato es peor al vecino/usuario (al que "nuestra" empresa Correos como buena Sociedad Anónima llama cliente).

¿Es por casualidad que las reclamaciones se disparan?

Barrios obreros y trabajadores de Correos (y otras empresas) tenemos en común algo muy sencillo. Los trabajadores vivimos en barrios obreros, y es ahí donde hace falta crear puestos de trabajo, acabar con la incertidumbre y precariedad de las familias obreras, dar servicios de calidad y precios populares de verdad (no con el Servicio Postal Universal que es una pantomima). 

A los trabajadores de Correos (y el resto de empresas) les falta un instrumento con el que aspirar a cambiar las cosas de verdad, para dejar de pelear por migajas que al final se pierden con el tiempo, buscando la unidad para garantizar un trabajo decente y estable para todos, unos servicios públicos de calidad y gratuitos, buscando la unidad con los trabajadores del resto de empresas, con los vecinos de los barrios obreros, con los estudiantes, pensionistas...

POR EL FIN DE LA EVENTUALIDAD

TRABAJOS ESTABLES PARA UNA VIDA DIGNA Y SIN INCERTIDUMBRES

POR EL SINDICALISMO DE CLASE

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Acerca de las movilizaciones y la unidad sindical en Correos

El proceso de privatización paulatina de Correos ha sido asumido y firmado por todos los sindicatos presentes en Correos (a excepción de CGT): CCOO, UGT, CIG, CSI-CSIF, Sindicato Libre y ELA-STV.

Este proceso se inició en 1991, curiosamente justo después de la caída del campo socialista en Europa del Este, al igual que ha ocurrido con otros servicios públicos. En ese año Correos pasa de ser una Dirección General a ser un Organismo Autónomo de carácter comercial.

Es en 1998 cuando se da otro salto cualitativo en la privatización de Correos con la aprobación en las Cortes de la Ley 24/1998 también llamada Ley de Servicio Postal Universal y de la Liberalización de los Servicios Postales, que es la aplicación en España de la directiva europea 97/67/CE que privatiza los servicios postales en la Unión Europea.

Esa ley provocó grandes movilizaciones de los trabajadores. También hubo unidad sindical, convocando varias huelgas, para rechazar lo que suponía la muerte del servicio público postal.

Pero después de algunos paros CCOO y la Confederación Intersindical Gallega (CIG) rompen la unidad sindical y llegan a un acuerdo con el gobierno asegurando que se mejora la ley al regular el caótico mercado postal.

Más tarde, el resto de los sindicatos (excepto CGT) también claudican al aceptar la Ley 14/2000 que convierte a Correos en Sociedad Anónima y que divide a los trabajadores de Correos en personal fijo y laboral, y dentro de este en fijos y eventuales:
Así queda expresado en los subartículos 16 y 17 del artículo 58 de la Ley 14/2000:

“- Dieciséis. El personal laboral de la entidad pública empresarial Correos y Telégrafos quedará integrado en la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, Sociedad Anónima, desde la fecha de la inscripción en el Registro Mercantil de su escritura de constitución, conservando sus contratos con la antigüedad, categoría y retribuciones que tuvieran consolidados en la entidad pública y con pleno respeto de los derechos y situaciones administrativas que tuvieran reconocidas y en especial las normas sobre incremento de retribuciones que establezcan las Leyes de Presupuestos Generales del Estado. 
- Diecisiete. A partir de la fecha del inicio de la actividad de la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos Sociedad Anónima, el personal que la sociedad necesite contratar para la adecuada prestación de sus servicios lo será en régimen de derecho laboral.”

Con la colaboración de los sindicatos de Correos la empresa consigue dividir legalmente y en la práctica a los trabajadores. Porque a pesar de que los trabajadores tenemos un mismo interés, que es ganar más y trabajar menos horas en mejores condiciones de seguridad y salubridad, existen en Correos hasta 13 opciones sindicales diferentes que ni siquiera se ponen de acuerdo para constituir los Comités de Empresa que son los órganos que representan a todos los trabajadores independientemente de la afiliación sindical.

Ahora vuelven a pregonar la unidad sindical para canalizar el descontento de la plantilla hacia cauces que la dirección de la empresa quiere: pedir más financiación al Estado. Pero el Estado es el dueño de Correos y por tanto el responsable de la situación actual de los trabajadores y el deterioro del servicio público, conseguida a través de las diversas leyes que se fueron aprobando y que hemos enumerado anteriormente. Leyes que vienen impuestas también por la Unión Europea que está cimentada en la economía de mercado y cuyo objetivo es la privatización de todos los sectores de la economía.

Pero no sólo es el objetivo el que está errado, si no la manera en que se moviliza a los trabajadores. Lo hacen en nuestro propio tiempo libre, en los desayunos, con lo que la empresa no se resiente en nada. O lo hacen de manera parcial o aislada, movilizando a tal unidad de reparto, a los carteros o las Centros de clasificación por separado, a pesar de que las casuas de nuestra situación es la legislación y esta afecta a todos los trabajadores por igual. Esta manera de moverse por moverse desgasta y quema al personal, provocando cada vez mayor apatía y resignación. E ahí la causa y no el que "los trabajadores no quieran moverse".

Los trabajadores hemos de luchar por atacar a la raíz de los problemas que nos acucian. De lo contrario nos estaremos estrellando una y otra vez contra el muro de la legalidad vigente. Los trabajadores por tanto hemos de luchar por desmontar el proceso de privatización de Correos y por acabar con la discriminación y división de la plantilla con las que nos ponen a competir entre nosotros.

Nosotros los trabajadores tenemos la fuerza pues a pesar de que la empresa a través de sus eslabones intermedios y sus charlas nos culpan del deterioro del servicio postal, somos el motor que levanta la empresa cada día. Para eso los trabajadores hemos de conseguir la unidad de acción, uniendo a todos los departamentos de la empresa (distribución, reparto, clasificación, atención al público....), decidiendo el camino a seguir en nuestras propias asambleas (y no las convocadas por la empresa a través de sus sindicatos) y poniendo el Comité de Empresa a nuestro servicio para unir a toda la plantilla e incluso a trabajadores de otras empresas con los que luchar juntos por mejorar nuestras condiciones de trabajo y de vida. De la misma manera que lo hacen los empresarios de todos los sectores, con patronales que defienden sus intereses unitariamente ¿por qué no lo hacemos nosotros?

Los trabajadores de Correos también necesitamos un instrumento legal que vaya más allá de luchar por migajas y defender lo mío individualemente, del sindicalismo del "¿qué hay de lo mío?" practicado por los sindicatos que hasta ahora están presentes en Correos. Los trabajadores hemos de desarrollar nosotros mismos un opción sindical de clase (sin que nos dirijan agentes con intereses ajenos a los nuestros). Ese instrumento que persigue cambiar las cosas de raíz, conseguir la unidad de los trabajadores uniendo las luchas de todos los sectores productivos en una única lucha que es acabar con la esclavitud en los centros de trabajo y llevarnos a disfrutar por fin de las riquezas que producimos cada vez en mayor abundancia.

Ese instrumento y esa alternativa es la Coordinadora Sindical de Clase.

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